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viernes, 23 de septiembre de 2011

El regreso de la historia y la ceguera de la oposición. Por Ricardo Forster

Resulta extraño recordar, en estos tiempos de crisis, convulsiones, conflictos y novedades sorprendentes los vaticinios mundialmente famosos que hiciera a finales de la década del ’80 Francis Fukuyama. En esos días dominados por la práctica y la retórica del neoliberalismo se anunció, con una seguridad digna de mejor causa, que habíamos llegado al fin de la historia y a la muerte de las ideologías en un mundo en el que la expansión del capital-liberalismo había alcanzado sus cotas máximas arrojando más allá de las geografías civilizadas los últimos restos de conflictos menores que, de eso no había dudas, también serían finalmente resueltos allí donde la matriz civilizatoria del mercado global y de la democracia liberal triunfantes alcanzarían su definitiva y decisiva mundialización. Sin historia y sin ideologías los seres humanos se dedicarían, eso escribió suelto de cuerpo el investigador estadounidense de ascendencia japonesa, a vivir vidas sin sobresaltos, un tanto aburridas y ocupándose los fines de semana, entre muchos otros entretenimientos de la industria del espectáculo, en visitar los museos temáticos en los que podrían observar, no sin cierta nostalgia, las imágenes y los restos ya arqueológicos de aquellas épocas en las que existía la historia y los conflictos estaban a la orden del día. Por aquí y por allá, como excrecencias de un pasado ominoso, quedarían, como extravagantes vestigios y en la periferia del planeta, los últimos restos de una barbarie lista para ser abandonada definitivamente. En las zonas ricas, bien amuralladas contra el intento de invasión de los últimos bárbaros, los ciudadanos satisfechos podrían dedicarle algún gesto de piedad y un resto de dadivosidad filantrópica a esas escenas de una historia clausurada que parecía recordarles que la miseria, la injusticia y la opresión estaban allí simplemente como testigos mudos de otra época del mundo.
CONTINÚA:  http://www.elargentino.com/nota-158044-El-regreso-de-la-historia-y-la-ceguera-de-la-oposicion.html

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