(Humberto Vera, Ricardo Forster, Rodolfo Hamawi y Víctor Brizuela)
Los presentes a la charla que nos regaló Ricardo Forster tuvimos el placer de degustar palabras que son música para el oído, cargadas de altas dosis de intelecto para afianzar la comprensión, ampliar el saber y renovar las fuerzas necesarias para enfrentar los desafíos del hoy.
Repensar el pasado y la realidad nacional, acompañados de la visión de un filósofo, es algo inigualable, un ejercicio que nos viene más que bien en estos tiempos donde los enfoques constructivos son algo escasos, más aún cuando nos valemos de palabras provenientes de medios que poco aportan al crecimiento y al afianzamiento de la democracia.
“Del NUNCA MÁS al NUNCA MENOS, una consigna que es el piso, el techo está alto”. Rodolfo Hamawi.
Luego de un inesperado y ferviente discurso dado por Rodolfo Hamawi (Director de Industrias Culturales de la Secretaría de Cultura de la Nación), Ricardo Forster realizó un recorrido por nuestra historia, rememorando las frustraciones, las especulaciones, el egoísmo, las desesperanzas, el conformismo y la inercia que nos infundieron anteriores gobiernos, hasta que, después del 2003 se fue consolidando un proyecto diferente, *proyecto que debemos apoyar en defensa propia, porque por primera vez podemos decir que se cumplió y se cumple con la palabra empeñada.
Transmitió la necesidad de recuperar sueños e ideales del pasado, propiciar el camino a la igualdad, afianzar el compromiso de *distribuir riquezas, ideas, pan y justicia, fortalecer expectativas, basándonos en el amor que hoy más que nunca debemos sentir por nuestra patria, ese amor que sólo comprendemos los que no hemos perdido la memoria y sabemos agradecer por esta inigualable y soñada etapa por la que estamos transitando.
Cabe destacar la calidad participacipativa del público.
Sin dudas, las síntesis maravillosas y los análisis de Forster hicieron recapacitar, dejándonos como herramientas esas palabras entretejidas en el arte de la elocuencia, palabras que perduran y son melodías para los coros disfónicos en los que solemos participar.
Retumban aún sus frases profundas y precisas que se cuelan en las propias, las que muchas veces queremos decir pero no sabemos cómo.
Comulgando en el pensamiento nos quedamos con “gusto a poco” pero con “sabor a mucho”. En fin, estamos hablando de un notable filósofo, pocos como él hablan como escriben. Su presencia: un honor.
¡¡Gracias Sr. Ricardo Forster!!
*Palabras textuales del filósofo.
CONCIENCIA POPULAR CALAMUCHITA AGRADECE A LOS DUEÑOS DEL PUB “AL DIABLO” POR CEDER GENTILMENTE EL ESPACIO Y AL PERSONAL POR LA EXCELENTE ATENCIÓN.
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